Globalización de la música


GLOBALIZACIÓN DE LA MÚSICA Y DE LA CULTURA

Por: Remberto Paye Paye

La transmisión de la cultura moderna, crecientemente influenciada por los medios de comunicación supera las formas personales y locales. El proceso de globalización que afecta actualmente a la sociedad mundial involucra todos los aspectos de la existencia:

-          Economía.
-          Política
-          Cultura
-          Educación
-          Comunicación
-          Religión
-          Música, etc.
-           

Pero es la globalización cultural el aspecto más profundo, más cuestionado y más grave ya que involucra a la IDENTIDAD misma de las personas y el alma de los pueblos, empujándolos hacia una HOMOGENIZACIÓN deshumanizante.

Los PAÍSES RICOS que impulsan la globalización, la cultura ocupa un lugar marginal, secundario. Sin embargo en la perspectiva de nuestros pueblos, los valores culturales tienen una importancia fundamental y de primer orden.

En la medida en que la globalización cultural penetra en la vida íntima de las personas y de los pueblos -en particular de Bolivia-, se DESTRUYE su escala de valores y su identidad.

La asimilación y copia de valores culturales de otros países sobre todo de los Estados Unidos, desencadena en el interior de nuestros pueblos dominados (Bolivia) un falso aprecio de la superioridad del dominador, una pérdida progresiva de auto-estima y una aceptación, como normal, de la dependencia y de la sumisión. Y así pensamos que la música Tecno, Rap, Rock, es mejor que la música folklórica andina, aquel que escucha la música del yanqui, es una persona fina; mientras que aquel que escucha música folklórica es un indio. Nada más falso, y esto demuestra un espíritu pobre, una mentalidad totalmente alienada e incapaz de valorar lo suyo.

Los países super-industrializados como es Estados Unidos, Canadá y otros están totalmente convencidos de la superioridad de su civilización y se atribuyen el derecho a imponerla a nivel mundial, avasallando el derecho de nuestros pueblos a la autodeterminación y a desarrollarse desde su propia identidad cultural.

La globalización engendra un sistema de dominación universal a través de la economía y la cultura, que manejan desde centros de poder como es el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otros, convirtiendo a los gobernantes de los países pobres en simples títeres. Y así imponer su política destructora. Lo mismo pasa con la música; los cantantes tienen que vender sus productos, y el mejor mercado es justamente Latinoamérica, y de está manera se masifica la música del Norte, en desmedro de nuestros artísticas, que se ven obligados a adaptar la música nacional con instrumentos eléctricos. Para muestra de está afirmación, en la mayoría de la emisoras que transmiten en Frecuencia Modulada FM, la mejor renta y ganancia es a través de la música en Inglés, porque los auspiciantes prefieren esa música y no así la música nacional.

Es el nuevo colonialismo basada en relaciones de dominación cultural. Antes era a través de la violencia, guerra, ahora se trata de imponer esa colonización a través de la cultura más propiamente formas de pensamiento (textos).

QUE HACER FRENTE A ESTO?


Hay que construir y reconstruir la propia identidad,  la cultura dominante de la cual son expresión con demasiada frecuencia, nuestros medios de comunicación social, muy especialmente la TV, y aún el sistema escolar, llevan a la pasividad, ala copia de modelos y el al conformismo: ¡la realidad es la imagen; las apariencias valen más que la realidad; el tener importa más que el ser. La identidad de cada persona y de cada pueblo es la imagen que de él se proyecta!.

La colonización cultural se está convirtiendo a través de la TV en auto-colonización.
 
“Va surgiendo en nuestros países un tipo de persona (de joven) al cual le resultan extrañas su propia cultura, su historia, su religión, sus costumbres, su música... y lo que es peor, ha comenzado a sentir vergüenza de ellas y hasta a odiarlas. Sus esfuerzos se concentran en negarse a sí mismo y en deshacerse de lo que le es propio. Se siente subestimado porque él mismo se subestima. Esta especie de cáncer cultural que corroe las entrañas de nuestra juventud se llama alineación”.

Frente a todo esto, es necesario desarrollar en nosotros la capacidad de crítica y discernimiento. Pero la capacidad crítica no se da en forma espontáneo, es fruto de un trabajo orientador y auto-formativo.

No debemos ser meros receptores, y copiadores de modelos de vida de otros, ni imitadores, tenemos que conocer nuestra historia cultural y musical para ver hasta donde nos puede llevar y que es lo que se ha hecho hasta ahora, y quienes está provocando la alineación y por lo que hacen.