El siku altiplánico


EL SIKU ALTIPLANICO: PERSPECTIVAS DE UN IMPORTANTE LEGADO MUSICAL PRECOLOMBINO.


Este artículo tiene doble objetivo. Primeramente el de informar al lector sobre nuestras investigaciones etnomusicológicas realizadas en torno al siku o zampoña altiplánica, instrumento tradicional andino perteneciente a la familia de las flautas de pan. Investigaciones que datan desde los inicios de la década del 70 y que siguen constituyendo la materia principal de nuestra actual preocupación. El segundo objetivo de este artículo, es resumir las diversas actividades experimentales complementarias a nuestro trabajo etnomusicológico, realizadas con el fin de desarrollar las múltiples posibilidades del siku. Actividades que realizamos convencidos de que este instrumentos andino reviste una importancia trascendental para nuestra cultura musical, no sólo debido a su antiguo origen y a los profundos conceptos que encierra, sino también a su vigencia actual y las múltiples posibilidades musicales derivadas de su técnica y concepción colectiva.

LOS CONJUNTOS DE SIKUS

La flauta de pan conocida con los nombres de sikus (aymara o quecha) o zampoña (español), se encuentra en la actualidad en la región de los Andes, alta planicie de una altura promedio de 3.500 m. Sobre el nivel del mar y que alberga al lago Titicaca. El siku o zampoña es utilizado en esa fría y alta región andina, de modo colectivo por diversos conjuntos nativos de una  a varias  docenas de integrantes, los que hacen su aparición en las diferentes fiestas lugareñas. Son los sikuris, jula julas, ayarachis, surisikus, lakitas, chiriguanos, kantus, pusamorenos, mistisikus, zapoñadas. Los mismos que tienen diversas particularidades  en cuanto a los sikus que emplean, a la indumentaria y coreografía, y al carácter mismo de la música y la danza que interpretan. Pero todos tocan en forma mancomunada, por parejas; e incluyen generalmente dos o más instrumentos de percusión para marcar el ritmo de la danza. Y aunque algunos conjuntos poseen un grupo coreográfico que exclusivamente danzan, los mismos músicos de manera peculiar que manifiestan al mismo tiempo música y danza.
Lo más importante dentro del estudio del siku es, que tienen dos características importantes: su técnica interpretativa y el uso colectivo del instrumento en conjuntos músico-coreográfico.


LAS DOS IMPORTANTES CARACTERÍSTICAS DEL SIKU

La primera característica importante del siku o zampoña es su naturaleza BIPOLAR y la técnica derivada de ésta. La técnica del siku es conocida en aymara como jjaktasiña irampi arcampi, que significa “estar de acuerdo entre la ira y el arca”. Consiste en la confección de las frases musicales mediante un íntimo diálogo, la alternancia de sonido o grupo de sonidos producidos por dos instrumentos complementarios.

Ira y Arca son términos aymaras que se refieren a las dos diferentes flautas de pan que trabajan mancomunadamente en confeccionar el diálogo musical. Ira significa “macho” o el que conduce; Arca “hembra” o la que sigue. Ambos instrumentos constituyen un solo instrumento bipolar.

De modo que la zampoña ira carece de los sonidos que tiene la zampoña arca, y viceversa; sólo entre ambas se logra obtener la escala musical completa. Evidentemente la frecuencia con la que a cada zampoña- parte le toca emitir los sonidos que se suceden. Estará de acuerdo a la configuración especial de la melodía que interpretan y no a la voluntad de los intérpretes.

Esta característica, obedece a profundos conceptos del mundo andino, los cuales repercuten en el modo de concebir la música como creación colectiva antes que individual.

La segunda característica importante del siku es el uso de varios grupos instrumentales dentro de un conjunto a la vez musical como coreográfico; grupos diferenciados por los tamaños de los sikus. Esta estructura de los conjuntos de Sikus constituye una prominente forma de pluralismo musical andino. Existe una diversidad de conjuntos de sikus así por ejemplo, los de Taquile poseen cuatro grupos de sikus (mama, lama, wala y suli); los kantus (sanka, malta, chuli).

La peculiaridad de estos grupos de sikus es que los mismos músicos bailan y desarrollan evoluciones coreográficas mientras tocan sus instrumentos. El paso típico de la danza sikuriana es el denominado paso a terre.

ORIGEN DEL SIKU


Respecto a la raíz del siku hay dos hipótesis:

La primera: que probablemente la técnica del diálogo musical (principal característica del siku) viene de la cultura Moche, cultura de la costa norte del Perú que se desarrolló en el período intermedio Temprano (200 AC – 800 DC).

La segunda: que existe una fuerte evidencia de que la estructura de los actuales conjuntos de sikus y el carácter músico-coreográfico de estos conjuntos (segunda característica del siku) viene de la cultura Nazca, intermedio Temprano 200 AC – 600 DC).

La cultura andina dio mucha importancia al siku por su naturaleza dual al mismo tiempo  reconocieron la dualidad del mundo. Fenómenos contrastantes tales como la oscuridad y la luz, la tierra y el cielo, la muerte y la vida, las fuerzas del mal y del bien, el macho y la hembra que influenciaron la organización social del mundo andino. El dialogo musical producido por el  siku fue la representación musical de esta filosofía.

ACTUALIDAD DEL SIKU


Este tema cobra importancia por el reconocimiento a las tradiciones antiguas por parte del Estado Boliviano, a través de la Constitución Política del Estado que reconoce la diversidad cultural y multilingue del país.

Hasta hace algunos años atrás la tradición musical andina que datan de miles de años, estaba por extinguirse y a un paso de desaparecer; hoy en día existe una tendencia por recuperar estas tradiciones ya que forma parte de la historia de nuestro país y enriquece el patrimonio cultural de Bolivia.

En nuestra ciudad, se han formado decenas de conjuntos de sikus sobre todo en los barrios populares en especial en la ciudad de El Alto, que la mayoría de la población alteña proviene del altiplano boliviano. Existe también, diversos grupos culturales y universitarios que cultivan estas tradiciones ya sea a través de conjuntos de sikus o estudios sobre la cultura andina, con el fin de conservar la cultura, que no es de años, sino de siglos y milenios.

Hoy más que nunca la música andina y el siku tienen plena vigencia en esta etapa de crisis que nos toca vivir, sobre todo cuando en la mayoría de las ciudades “la alineación” es un factor determinante y que lleva a gustar música que no es boliviana, y la mayoría de los jóvenes inconscientemente se han apropiado de esa música que es de los Yanquis  que nos esclaviza y nos coloniza. y nosotros cada vez nos volvemos en consumidores y no productores. Consumimos los productos de EE.UU. y desde la década  de los 70 música, en desmedro de los artísticas bolivianos.

Debemos pensar en lo que es nuestro, porque las tradiciones como las danzas y la música son capaces de interpretar los profundos anhelos de liberación del pueblo boliviano y los sentimientos como  signos de rebeldía contra nuestros opresores.